¿Cuánto duelen las vacunas?
¿Cuánto de ese dolor, es objetivo?
¿Cuánto de ese dolor, es en realidad miedo?
Si alguien tuviese estas respuestas, además de ser mi ídolo, nos daría una información fundamental para que pudiéramos disminuir ese mal trago en las revisiones infantiles.
En estos momentos, un niño que nazca en mi comunidad autónoma, recibirá 17 pinchazos a cuenta del calendario de vacunaciones, eso, si los papás no deciden ponerle alguna otra vacuna más, que no esté financiada.
Así que, esa frecuencia puede condicionar, y de hecho condiciona mucho, el cómo vienen los niños a nuestras consultas.
Lo cierto, es que siempre me han llamado mucho la atención esos videos de ONGs, en que los niños salen de sus cabañas y se ponen en fila para ser vacunados, sin que tengan que ser acompañados, y mucho menos obligados por un adulto…
¿La reacción tan diferente de nuestros niños del 1er mundo es algo cultural?
O esos otros videos, que personalmente he experimentado, donde en una fila de escolares para vacunarse, hay pequeños a los que sólo hay que darles la manita y otros que necesitan varias personas para sujetarlos.
¿Por qué niños de un mismo entorno tienen reacciones tan diferentes?
¿De qué depende la reacción de un niño ante una vacuna?
¿PODEMOS HACER QUE ESTE ACTO SEA UN POCO MÁS AMABLE?
Por supuesto los sanitarios podemos hacer muchas cosas para conseguir disminuir el dolor en la vacunación…
La técnica es importante…
Al final de este artículo, podéis consultar la reseña de un estudio que ha realizado una compañera de Zaragoza.
En este trabajo se estudiaba la repercusión de las distintas medidas, no farmacológicas que se pueden aplicar para disminuir el dolor.
Fue galardonado con el Premio Nacional de Enfermería y Desarrollo el año pasado.
Utilizar la aguja adecuada, en la zona anatómica adecuada, en el orden de vacunación adecuado….
Todas esas pequeñas cosas pueden ayudar a que sea menos doloroso.
El escenario es importante..
No hace mucho vi un reportaje donde los niños acudían a recibir tratamiento hospitalario, habían transformado aquel lugar en una especie de nave espacial… a los pequeños les encantaba el escenario.
Nuestros medios no son tan importantes, pero ya hace unos años que nuestras consultas están llenas de princesas, arboles fantásticos, animalitos de fantasia….
Si a esto les añadimos unas luces los peques se quedan extasiados…
El uniforme es importante.
Cambiar la bata blanca por otro «disfraz» …. ¿¿Y por qué no??
No se puede hacer todos los días, y la timidez del adulto a veces hace que nos cueste, pero ellos lo agradecen enormemente.
Contar las brujas que van apareciendo por las puertas de las consultas, es un buen ejercicio…. y hace la espera más entretenida.
Pero este blog se dedica a dar consejos a los papás y en este tema, como en todos, la preparación previa que realicen los padres antes de la vacunación es fundamental.
Un niño al que le han dicho, para corregir un comportamiento: ”mira que tendrán que ponerte una vacuna si no comes”….
Poco podemos hacer nosotras con ese pequeño, que ya viene predispuesto a pasarlo muy, muy mal, para que ese momento no lo viva con angustia.
En nuestro ciclo de charlas, hay una específica sobre vacunación, la parte que a mí me parece más importante, es donde intento que los padres preparen a sus pequeños para este momento.
Así que, aquí van unos consejillos que damos en esta charla, para los papás que van a vacunar a sus bebés o niños…
1º Pregúntate:
¿¿Cómo vives la vacunación de tu pequeño??
Si es con temor, ese temor lo trasmitiréis a vuestros hijos, así que, si queréis que vuestros peques “sean valientes” , sedlo primero vosotros.
Por supuesto la edad del pequeño es fundamental…. Pero desde que son muy bebés ese grito de ¡¡¡POBRECITOOOO!!! No es buena idea.
Me encuentro con situaciones, en las que la mamá pregunta si en la siguiente revisión hay vacuna, para venir acompañada, porque les parece un momento muy duro.
No le déis más importancia de la que tiene, vuestro hijo se hará más daño con cualquier caída, jugando en el parque.
Dejar los dramas para las telenovelas…
2º Tampoco tengáis ningún temor ante los efectos secundarios de las vacunas.
En estos momentos corréis más riesgos con vuestros pequeños, por ejemplo, viajando de vacaciones, que vacunándolo.
3º Si es un bebé, y le das lactancia materna, te aconsejaremos que le des el pecho….
Pero esa teta-analgesia, como se llama, sólo será efectiva si la mamá que está dando el pecho está relajada…. Si cuando pincho a un bebé, la mamá pega un bote, el niño responderá más al dolor.
4º Sinceridad
Mentir a un niño es una mala práctica, y perdonar por mi franqueza, pero demuestra cobardía por parte de los adultos.
Cuando oigo: “tranquilo, no te van a pinchar”…. suelo mirar al adulto y decirle: “De acuerdo, no le vacunamos”..
En ese momento, por supuesto, el adulto en cuestión, me mira con extrañeza…
Pero es que a un niño que le mienten una vez, no va a creer nunca lo que le digamos, nunca sabrá si en una visita hay pinchazo de por medio.
Bastante mal me miran ya, como para que además, no confíen en mi….
5º acompañamiento
Parece de “Perogrullo” decir que es importante acompañar a un niño en el momento de la vacunación, pues no lo es tanto, porque a veces hay que pedirlo, generalmente a las madres. Para hacerlo, suelo poner la evidencia encima de la mesa….
Ante una mamá que me dice: “yo me voy de la consulta, que no puedo ver cómo le pinchas“
Mi contestación es… “Imagina que estás muy malita en el hospital y tu pareja te dice: «Mira, no te puedo ver así, me duele demasiado, cuando te pongas buena me llamas»… «¿Qué pensarías de esa persona?”
Por eso es importante que respondáis a la primera pregunta de este post, si la respuesta es que vivís ese momento con angustia, replanteároslo, con esa actitud no ayudaréis a vuestro niño.
Pensad, que si habéis decidido vacunarle, es porque pensáis, como yo creo sin ninguna duda, que las vacunas dan una vida más saludable, por lo que los “pobrecitos” son los pequeños que no tienen posibilidad de vacunarse.
6º La imaginación es más potente que el miedo.
La sinceridad no tiene por qué significar crudeza, hablamos de niños y los niños son pura fantasía… recordar vuestra infancia y veréis que la fantasía era parte de vuestra vida. Papa Noel o los Reyes Magos existían, yo llegué a escuchar el ruido de los camellos en mi calle.
Utilicemos la fantasía, contadle por ejemplo, el cuento siguiente:
Vuestro pequeño verá, con los ojos de la fantasía, las naves espaciales, las princesas y las hadas… verá las cosas de otra manera.
7º Distracción
Este es un punto que, por experiencia propia, funciona, os voy a presentar dos videos…
En el primero, aparece Paula, mi pequeña estrella, a la que tengo que agradecer como a sus papis su disposición para utilizar sus grabaciones en mis charlas y congresos.
https://youtu.be/bYfcTceC2eY
La segunda grabación es de Vega, que demuestra que para esto de encandilarse con las luces no hay edad..
Tambien gracias a sus papis por permitirme usar la grabación.
8º Un premio
¿Porque no? Pero por favor, que no sean chuches… ni comida basura, aprendamos a premiar con cosas que les ayuden a mejorar: como pinturas, cuentos, puzzles o un rato de juego con ellos… no con algo que puede llegar a ser perjudicial.
RESEÑAS:
https://enfamilia.aeped.es/prevencion/vacunas-como-aliviar-dolor
http://www.who.int/features/2015/vaccinations-made-friendly/es/
Mercedes Gómez Borao. Premio Nacional de Enfermería y Desarrollo
«Como atenuar el dolor asociado a la vacunación infantil»