FIEBRE
¿Un síntoma o una enfermedad?
¿A partir de cuánta hay que tratarla?
La fiebre es el principal motivo de preocupación de los padres.
Pero no podemos olvidar QUE LA FIEBRE ES LA PRINCIPAL DEFENSA DE NUESTRO ORGANISMO CONTRA LAS INFECCIONES, ya sean víricas o bacterianas, por lo que tratarla cuando es leve o moderada puede hacer que las defensas del organismo funcionen con más lentitud.
Sobre todo si decidís acudir al pediatra, es importante que, para que pueda tomar una decisión correcta , tomemos la temperatura, porque si simplemente decimos que el niño está caliente, no damos ninguna información.
Si el niño acude con un familiar os aconsejo que anotéis, en un papel, la temperatura que ha tenido, si habéis realizado varias tomas en distintos momentos, poner también la hora aproximada de cada medición.
Ayudaremos mucho al pediatra a hacer un buen diagnóstico.
¿Cómo se toma la temperatura?
Yo aconsejaría un termómetro digital, mejor que los que se ponen en la frente o en el oído, o tipo chupete. De momento este tipo de termómetros no son tan fiables.
Si la temperatura la tomamos en la boca o en el culito, tendremos que descontar medio grado de la temperatura que nos marque el termómetro.
No es necesario descontar nada si la temperatura la tomamos en la axila.
En niños muy pequeñitos no aconsejaría tomarla en la boca.
Clasificación de la fiebre
36º a 37º Se considera temperatura normal
37º a 38º Febrícula
38º a 38,5º Fiebre leve
38,5º a 39º Fiebre moderada
Más de 39º Fiebre alta
Las causas que pueden producir fiebre:
Cualquier tipo de infección tanto vírica como bacteriana.
Vacunación. Es una consecuencia frecuente, aunque afortunadamente en general se produce fiebre leve y desaparece en unas 24 horas.
El exceso de abrigo, en recién nacidos es muy frecuente que provoque fiebre. porque los abrigamos demasiado o estamos en un ambiente muy caluroso.
¿Cómo la tratamos?
Como he comentado, la fiebre activa las defensas del organismo, por lo que si es menor de 38,5º no sería necesario tratar al niño. Sobre todo, si está contento y duerme bien.
Simplemente observar cómo evoluciona. En muchas ocasiones la causa de la fiebre remitirá sola, por lo que no es necesario hacer nada.
Tomarle la temperatura cada 3 o 4 horas si se mantiene la temperatura y sigue encontrándose bien, procuraremos no abrigarle demasiado, tener una temperatura moderada en la habitación y darle abundantes líquidos.
Si la temperatura aumenta por encima de esa cifra o el niño está muy decaído acudir a vuestro centro de salud para investigar el motivo de la fiebre.
Son frecuentes las visitas en viernes, por si el niño se pone peor durante el fin de semana.
Pero existen muchos argumentos por los que no se debe acudir al pediatra con un niño que tenga 38º de fiebre con pocas horas de evolución.
1º Fundamentalmente será muy difícil encontrar el foco y por lo tanto diagnóstico.
2º Con 38º de temperatura, te insistirán en no tratarla, porque como ya hemos dicho cumple su función.
3º (Éste es de mi cosecha.) Pensar que vais a acudir a una sala de espera llena de niños enfermos, donde además del catarro que lleváis se pueda contagiar de cualquier infección, es bastante probable.