Me utiliza como chupete…
Somos seres biológicos y no maquinas, no pasamos de 0 a 100 en medio minuto como haría un coche.
Nuestro cuerpo necesita su tiempo para adaptarse a nuevas situaciones. Pero a cambio, tiene una capacidad increíble para hacerlo.
Para generar la cantidad de leche necesaria, también se necesita tiempo y estimulación.
De la estimulación se encarga con mucho deleite el bebé, algo que las madres interpretan como….
“Es que me utiliza como chupete”.
De los más trabajadores la madre puede decir….
“lo tengo en el pecho y chupa, pero no saca nada y está medio dormido… pero en cuanto intento quitármelo, se pone a llorar como una fiera”
A este bebé, pese a la incomprensión general, habría que darle la medalla al trabajo.
En realidad, ese “Me utiliza como chupete”, no es más que la estimulación que ejerce el niño en el pezón y que marcará la cantidad de leche que tiene que generar.
Si sólo hay un bebé estimulará una cantidad, si son gemelos, estimularán el doble de producción de leche.
La historia nos demuestra la capacidad que tiene el pecho para adaptarse a las necesidades de dar de mamar.
Las amas de cría
Probablemente habremos visto en alguna película, que en el siglo pasado había mujeres que se ganaban la vida alimentando a bebés con su leche.
Eran madres que habían tenido un hijo y que decidían vender a familias ricas su leche. Entraban al servicio de una casa rica y tenían que adaptar la cantidad de leche que generaban sus pechos para alimentar a dos bebés, en vez de a uno.
Y esto lo podían seguir haciendo durante años.
Cuando no existían las leches artificiales, los bebés tenían que alimentarse del pecho de una mujer.
Y cuando una madre no podía dar de lactar, por alguna razón, el bebé era alimentado por otra madre, a menudo por dinero.
Supongo que los primeros días en que una mujer pasaba de alimentar a un niño a alimentar a dos, estaría todo el día con los bebés al pecho para que estimularan la producción de leche suficiente para alimentarlos.
A partir de ese momento los bebés se convertían en hermanos de leche. Seguro que en vuestra familia, los abuelos se acuerdan de alguno de estos casos.
Las claves para la producción de la leche materna son la paciencia y la confianza, éstas son las claves del éxito.