A los niños en general, les da miedo acudir a nuestras consultas.
Pero el miedo, como todo, es algo que podemos aumentar o disminuir según como ayudemos al pequeño a afrontarlo.
En algunas ocasiones, acuden sin que nadie les haya explicado lo que va a ocurrir y lo que es peor, les han mentido. Con razón estos niños se marchan muy enfadados. Y por supuesto desconfían siempre que vuelven.
Pero la verdad, como todo, tiene muchas caras, y según como les contéis lo que va a pasar, ellos lo vivirán de forma diferente.
Los niños son pura fantasía, viven en un mundo donde todo es posible. Los Reyes Magos son reales y el Papa Noel del centro comercial, llega todos los años del Polo Norte.
Podemos utilizar, esta fantasia, para minimizar el miedo y que una cita con su enfermera, y un pinchazo, sea algo mágico.
El cuento «El hada curalotodo» es un buen ejemplo de ello.
¿Tenéis cerca una revisión con vacunas? Este será un magnifico relato que les podéis contar al ir a dormir el día anterior.
Aquella mañana, Lucia se había levantado algo pachucha.
– Tienes fiebre– le dijo mamá tras ponerle el termómetro -. Vamos a ir al médico.
La verdad es que a Lucia no le gustaban nada los médicos, la asustaban un poco.
Al llegar a la consulta y mirar alrededor, Lucia se dio cuenta de que aquel lugar estaba lleno de hados y hadas vestidos de blanco con zuecos de colores.
-¡Vaya!- exclamó.
Al cabo de poco rato, la doctora las hizo pasar.
– Hola, doctora Alegría- la saludó mamá.
Pero Lucía Sabía que estaba equivocada: aquella señora no era una doctora, sino un hada curalotodo.
Y le sonreía como sólo saben hacerlo las hadas.
Mientras mamá la sentaba en la camilla y le quitaba la ropa. Lucía oyó una canción que, sin mover los labios, cantaba el hada curalotodo:
Las hadas curalotodo
Curamos a cualquier niño.
Lo hacemos a nuestro modo,
Con ternura y con cariño.
El hada cogió su maletín de flores, lo abrió y sacó un bajalenguas.
Lucía sabía que aquel palito de madera era nada más y nada menos que… ¡ una varita mágica!
Con esta misma varita
se fue un hado de visita
y a dos brujas cantarinas
las curó de sus anginas.
-Es para ti- le dijo el hada curalotodo tendiéndole la varita después de mirarle la garganta.
¡Qué contenta estaba Lucía!
En ese momento, la doctora sacó de su maletín floreado una jeringuilla.
-No tengas miedo, Lucía. No te va a doler nada- la tranquilizó mamá.
Pero Lucía no estaba preocupada, porque oyó la canción del hada.
Esta inyección es un cohete
que aterriza en el culete,
una nave voladora
que el cuerpo por dentro explora.
Y cuando el hada curalotodo cogió el algodón, Lucía oyó…
¿ Sabías que el algodón
lo hace un hado juguetón
con un trocito de nube
cada vez que al cielo sube?
¡Qué bien lo pasó Lucía en la consulta!
Claro que sólo ella sabía que la doctora Alegría era, en realidad, un hada curalotodo.
¿Podéis guardarle el secreto?
FIN
Mil Gracias a la editorial Parramón, y a las autoras del cuento Carmen Gil y Anna Laura Cantone.
www.parramon.com
Por permitirme poder mostrar el cuento que a Nicolás y a Marcos les han contado estos días,
ellos están encantados con él…
Este relato, es uno de los 10 que contiene el precioso volumen
“Superhéroes en apuros”. 10 cuentos para dibujar sonrisas.
En ellos se abordan los distintos miedos que pueden tener los niños.
Si os gusta, lo podéis conseguir directamente en este enlace:
http://www.parramon.com/ficha.aspx?cod=P01154
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