Cómo obtener estupendas fotografías de un bebé en el hospital

Si ya has tenido un bebé, ya sabrás lo emocionante que es compartir esas primeras fotos de tu pequeño con tu gente.
Sin embargo, la mayoría de las fotos que se hacen en el hospital no suelen ser las mejores que hemos tenido nunca.

¿Quieres conseguir mejores fotos del bebé sin tener que pagar a un profesional para que vaya al hospital a hacerlas?

Utiliza estos 7 sencillos consejos
y mejorarás drásticamente las fotos tomadas a un recién nacido en el hospital.

1. Usar la luz de la ventana.

El mayor problema de la fotografía en los hospitales es que las habitaciones suelen estar oscuras.
Si entras en una habitación de hospital y empiezas a hacer fotos del bebé vas a terminar teniendo alguno de estos dos problemas:

Si el flash se abre obtendrás sombras duras, y si no disparas flash, obtendrás fotos oscuras y la piel del bebé se verá roja.

Ninguna de estas situaciones hace que salgan buenas fotos:

Estos son algunos ejemplos de malas fotografías. Una por el uso del flash y las otras por falta de luz

Lo mejor para obtener mejores fotos de un recién nacido en el hospital es hacerlas justo al lado de la ventana.

También se pueden encender las luces del techo, subir las persianas para permitir que entre tanta luz como sea posible.

Acercar la cuna del bebé a la ventana y apagar el flash.

Es sorprendente la diferencia de usar la luz natural en vez del flash.

Si sabes manejar una cámara reflex, puedes controlar la apertura de diafragma lo más abierto que tu objetivo permita (probablemente entre 1,8 y 3,5).

Esto permite que entre a la cámara el máximo de luz posible. Si no sabes cómo cambiar la apertura de diafragma,
pon el automático y sólo asegúrate de apagar el flash.

La cámara elegirá automáticamente una apertura de diafragma adecuada.

NOTA:. Si el sol incide directamente en la ventana, con lo que se puede ver una forma de ventana brillante en el suelo, habrá que evitar que el bebé quede en medio del sol. Puede que tenga que estar más cerca o más lejos de la ventana para evitar el reflejo directo.

2. Disparar desde arriba

Cuando empezamos a tomar imágenes de un niño, por lo general solemos disparar desde donde estamos – normalmente de pie junto a su cuna.

Como resultado, nos encontramos con un montón de tomas en ángulos poco favorecedores – con escorzos y un montón de distracciones en el fondo (como se puede ver en la foto superior).

Si haces la foto desde arriba obtendrás una foto mucho más agradable y la sábana blanca de la cuna va a actuar como un fondo liso.  Para disparar desde arriba es probable que tengas que subirte a una silla o incluso a la cama de la mamá. De hecho, estas fotografías hubo que tomarlas subido al alféizar de la ventana del hospital, ya que no había espacio suficiente para poner una silla y la cuna del bebé justo al lado de la ventana. Fue un poco incómodo, pero valió la pena.

3. No preocuparse por la postura del bebé.

Los bebés están más felices cuando están con ropa apretada. Se le puede envolver en su manta, y luego acostarlo con su espalda en la cuna para conseguir unas fotos de aspecto natural. Sólo asegurarse de que la manta o ropa no cubre ninguna parte de su cara.

Si el bebé no está feliz en su cuna, dejar que su madre la coja y se acurruque a ella un poco. Obtendrás algunas imágenes sorprendentes de la mamá y el bebé juntos, a continuación, hacer zoom para conseguir algunas fotos más de cerca, donde el bebé sea la estrella del espectáculo.

(Cuando esté en casa ya habrá tiempo para una sesión de fotos más larga, y se podrá intentar con otras poses diferentes.

4. No mover el bebé en brazos – se mueve el fotógrafo.

Una vez que el bebé está a gusto en un área bien iluminada, dejarlo solo! Moverse alrededor de él, disparar desde diferentes ángulos y zoom dentro y fuera, para obtener una variedad de fotos sin molestar al bebé. Como ya he mencionado, mi perspectiva de disparo preferida para los bebés en el hospital es directamente desde arriba, pero vale la pena caminar alrededor de la cuna y tomar fotografías desde diferentes ángulos para que tenga una colección de fotos que no todas sean exactamente iguales. Recuerda que debes hacer zoom para algunas tomas de detalle para tener también primeros planos.

5. Tómate tu tiempo.

No te limites a tomar unas cuantas fotos y darlo ya por bueno. Tómate 5 o 10 minutos simplemente observando al bebé (con cámara en mano!) Una vez que ya está arreglado en su cuna cerca de la ventana, incluso si está dormido, o si se mueve un poco, bosteza, ronca, puedes capturar algunas expresiones preciosas – que echarás de menos si te limitas a tomar una foto o dos y darlo ya por bueno.

6. Quitar el chupete.

Los chupetes pueden servir para un montón de cosas, pero son bastante horribles para las fotos. Los que utilizan en la mayoría de hospitales suelen ser enormes y cubren gran parte de la cara del bebé, lo que no favorece para sacar fotos. Deja que el bebé succione el chupete hasta que se calme, y luego muy lentamente sacar el chupete de la boca – tan lentamente que ni se de cuenta que se ha ido. Puede ser que hagan falta un par de intentos para conseguir sacárselo de su boca sin despertarlo, pero merece la pena el tiempo invertido.

7. No hay que olvidarse de mamá y papá!

Hay muchas madres que son un poco reacias a aparecer en las fotos unas horas después de haber dado a luz, pero años más tarde, para cualquier madre será un tesoro una foto de ella con su pequeño bebé recién nacido.  Pedirle que sostenga al bebé cerca de su cara, será una foto dulce.
Aseguraros de disparar unas cuantas con papá, también!

Artículo traducido de «It’s always autumn»

con nuestro agradecimiento y felicitaciones.

Esta web usa cookies para mejorar tu experiencia de navegación. Suponemos que estás de acuerdo con esto, pero en caso contrario, puedes salir si lo deseas. Leer más