CAPITULO 3
Analizaremos la escena del relato, (ver post anterior MI HIJO NO ME COME») porque con el tiempo las cosas se complican, y lo que comenzó con un qué complicado es darle la papilla a este niño, se convierte en una autentica tiranía infantil.
Analicemos que puede pasar por la cabeza del niño…
¿Qué consigue con este comportamiento?
Esto nos dará la claves del porqué sin darnos cuenta, y con toda la buena intención del mundo, somos los padres los que fomentamos y premiamos esta conducta.
Los niños no comiendo consiguen:
1º ATENCIÓN
En un primer momento el niño esta comiendo y los papas haciendo sus planes.. lo que lo deja a él en un segundo plano, nadie le está prestando atención y eso le aburre, además la comida que le queda en el plato no le estimula nada.
Por aprendizaje de otras veces sabe que en cuanto deje el tenedor, mama inmediatamente le va a prestar atención, y por supuesto así ocurre, el mundo vuelve a centrarse en él, de hecho el que queda en ese momento en segundo plano es papa.
2º NO TIENE QUE HACER NINGUN TRABAJO
De tener que esforzarse para comer, ahora es mama quien lo hace, con lo cual, además ahora incluso puede jugar a la vez que come.
3º PODER
También por comportamiento aprendido de otras repeticiones, lo que pida en este momento le será concedido sin discusión,ver la tele, cantar una canción. Si quisiera que mamá hiciera el pino, mamá lo haría, si quisiera que lo hicera papá, papá lo haria o se las vería con mamá…
¡¡Es estupendo, tiene todo el poder en estos momentos!!.
4º RECOMPENSA
Para colmo del despropósito, le van a dar un premio estupendo, va a ir al parque con su amiguito y le han prometido unas chucherías.
LUISITO que por supuesto no hace esto de forma consciente, no analiza de forma racional ESTA ESCENA , pero si lo hiciera
¿DE VERDAD CREEIS PAPAS QUE MAÑANA VA A TENER ALGUNA MOTIVACION PARA COMER BIEN?
De los tres personajes de la historia, quien peor lo pasa sin duda es la mama, ¿y porqué las mamas terminan por claudicar de tal manera ante estas situaciones?
En una ocasión una madre me comentaba, que llegaba a llevarse a su pequeña a un carrusel de un centro comercial que tenía cerca de casa, la subía a su avioncito favorito y cada vez que pasaba el avioncito le metía una cucharada de papilla.
Pero es que las mamas están convencidas que su pequeño va a tener un problema serio si no come la cantidad que a ellas les parece adecuada.
Por supuesto la familia por regla general echa mucha leña al fuego en estas situaciones haciéndole ver lo delgadito, o delgadita que está su criatura.
Cosa que encima no es verdad, pero es que en una sociedad a la que le encantan los niños con sobrepeso, el que no lo es, es tildado de delgaducho. Y es a la madre a la que le damos la responsabilidad de solucionar ese problema…
Para que podamos cambiar esta situación lo fundamental es quitar a la mama la angustia de que si su niño no come le vaya a ocurrir nada malo, si esto no se consigue será muy difícil que ella cambie de comportamiento.
Unas consideraciones a tener en cuenta:
1º No es cierto que si se come más, crezca más o esté más sano, depende más de la calidad y variedad de los alimentos, que de la cantidad. Luisito con las patatas fritas y el zumo se ha llevado calorías que le habrán quitado el apetito pero no le habrán alimentado adecuadamente.
2º La genética es fundamental en el desarrollo de un niño, padres más menudos, hijos más menudos, padres más grandes hijos más grandes. La distintas razas con las que en estos momentos convivimos nos demuestran esto, hay pueblos genéticamente más altos que otros. La cantidad de comida que comamos no va a cambiar esto.
3º Mamá piensa que Ricardito está grande y hermoso… solemos comparar a unos niños con otros, fundamentalmente el tamaño pero…… ¿nos comparamos también los padres, y nuestro tamaño, con el de los padres de esos niños?. Los propios hermanos que comparten genética son diferentes, ¿como no lo van a ser los que no la comparten?.
4º A veces podemos vivir la inapetencia de nuestros niños como un agravio personal, Nos genera frustración y peligrosamente jugamos con los sentimientos en este aspecto ….»Si no te comes la papilla, mama no te va a querer» tened cuidado con esto, ellos aprenden a jugar también a lo mismo.
5º También en algunas ocasiones podéis tener el terrible sentimiento de no saber cumplir con vuestra obligación….. «¿Como lo hará la mama de Ricardito?»
Vivimos la ganancia de peso de nuestro niño como una nota a nuestros cuidados, esto lo vivo todos los días en mi consulta, la sonrisa de las mamas es directamente proporcional a los kilos que marca la báscula ( y espero que nadie se ofenda porque las nombre fundamentalmente a ellas, pero es que en general sois las mamás las que tenéis estos sentimientos).
6º Al final se desencadena una lucha de poder, a ver quien consigue doblegar al otro, por supuesto no de forma consciente.
Todo esto trasforma la hora de la comida en un auténtico calvario, no muy adecuado para despertar el apetito de nadie.
7º Después de todos los intentos, en definitiva ha conseguido que coma dos trozos de pescado.
Las patatas fritas le aportarán calorías y ni te cuento el zumo de caja que oficialmente es una chuchería, así que en realidad nuestro niño se va con un caramelo al colegio.
Si estáis en esta situación, hace días que os habréis dado cuenta que no conseguís nada tal y como estáis haciendo las cosas, asi que os propongo que sigáis unas pautas sencillas, para cambiarlas.
Tened paciencia, pueden pasar unos días hasta que vuestro hijo cambie de actitud y solo lo hará cuando le quede claro que no va a tener ninguno de los privilegios con los que cuenta ahora.
¿Porqué pensáis que los niños comen mejor por lo general en los comedores escolares que en casa?
Sigue leyendo:
CAPITULO 4: ¿Como cambiamos esta situación?
Capitulos anteriores:
CAPITULO 1: Mi hijo no me come
CAPITULO 2: ¿Cómo se llega a tener un niño mal comedor?