CAPITULO 4
UNAS SENCILLAS PAUTAS:
Llegados a este punto, probablemente os sorprenderá que el post en el que doy indicaciones de como solucionar o por lo menos mejorar mucho esta situación, sea tan breve.
Si he conseguido saber trasmitiros, lo que sin darnos cuenta y con todo el amor del mundo, estamos haciendo mal, corregirlo no es dificil.
Las pautas son sencillas, solo necesitais una pequeña dosis de firmeza. No entendais por firmeza, gritar, pegar golpes en la mesa, ni por supuesto pegar al niño. Firmeza manteniendo vuestro comportamiento sin perder los nervios.
Animo y confiad, en definitiva pensad que todos , absolutamente todos los niños sanos, sobreviven a esta etapa infantil, crecen, se hacen adultos… despues de treinta años trabajando de enfermera de pediatría, pocas cosas os puedo asegurar con tanta certeza.
Asi que tranquilidad vuetro peque no corre ningun peligro, no le va a pasar nada.
Si teneis exito, las comidas y vuestra calidad de vida mejorará, si no, la situación no será peor que ahora.
Tomaros esto como una dieta extricta y seguir estos pasos:
- Le pondremos su plato, por supuesto con la misma comida que el resto de la familia. Se acabó comer a la carta. Vuestra casa no es un restaurante.
- Pondremos una ración mucho más pequeña de lo habitual, resiste la tentación de añadir una cucharada más al plato… Por si cuela..
- Daremos un tiempo razonable para que se lo coma, unos diez minutos, despues retiraremos el plato y pondremos el segundo.
- Repetiremos la misma operación. Cuando haya pasado el tiempo, sin insistir en ningun momento que coma le indicaremos que se lave las manos y se vaya a jugar.
- Si no come, no le prestaremos ninguna atención, solo lo haremos si come por si solo, y hablaremos de otras cosas, colegio, amigos lo que se os ocurra….
- Una vez finalizada la comida no le daremos ningun otro tipo de alimento hasta la siguiente comida.
FUNDAMENTAL. NO ENTREIS EN GUERRA, NI INTENTEIS CONVENCER
Aunque creais que puede pasar dias enteros sin comer hasta que enferme, no es así, el primer y segundo dias puede que reaccione encantado porque no tiene que comer lo que no le gusta, hasta que descubra que no va a haber ninguna otra comida, ni más atención ni más privilegios.
Cuando haya pasado el tiempo, o incluso antes si veis que ni siquiera coge los cubiertos, mandarlo a jugar, sentirse apartado de una comida familiar será para él el peor de los castigos, aunque no lo quiera dejar entrever.
Vereis que en muy pocos dias la actitud de vuestro pequeño cambiará.
Capitulos anteriores:
CAPITULO 1: Mi hijo no me come
CAPITULO 2: ¿Cómo se llega a tener un niño mal comedor?
CAPITULO 3: ¿Quién tiene el poder?